Mini raygun "centella"

En el transcurso de mis experimentos, la necesidad de utilizar componentes dificilmente obtenibles por los cauces ordinarios me han llevado en más de una ocasión a frecuentar vecindarios no del todo recomendables. Durante estas excursiones aprendí, muy a mi pesar, que no todos los hombres se comportan como caballeros y algunos no tienen el menor reparo en abusar de la indefensión de una dama. Por fortuna soy muy aficcionada a utilizar largos alfileres para sujetar mis tocados y, al parecer, no carezco de habilidad en su uso. Sin embargo, tengo que reconocer que ninguno de mis atacantes iba armado y que de haber sido así, yo hubiese salido muy mal parada. Con estos antecedentes, cuando el Profesor Von Brokenheimer propuso la realización de una competición de armas de pequeño tamaño, decidí animarme a participar con un arma que pudiese ser utilizada por una dama para su defensa en estos casos.

La centella es una pequeña pistola tipo tesla diseñada teniendo en mente la discreción: Es un arma pensada para llevar oculta en un bolso o bajo la ropa, como pueden ver en las siguientes imágenes (aunque tengo claro que nuestra sociedad se muestra cada día más liberal a ese respecto, no me he atrevido a poner fotografías en las que se muestra ropa interior femenina sin una advertencia previa. Por favor, aquellos de vds. de predisposición delicada, absténganse de abrir el siguiente enlace).

Spoiler:

Como se aprecia en la siguiente imagen, por restricciones de diseño, la célula de energía es muy pequeña:



Para aprovecharla de la mejor manera posible decidí utilizar el mismo sistema que en el rayo secundario de mi raygun Mk. I, pues la posibilidad de acumular carga en cada una de las tres barras de vidrio me resultaba muy conveniente. De este modo se consigue un arma de gran potencia, pero con muy poca autonomía: Sólo puede dispararse tres veces antes de que sea necesario recargarla, pero cada uno de los disparos puede acabar con un atacante (o una criatura de buen tamaño). Otra peculiaridad derivada del diseño radica en que la pistola está acumulando carga continuamente. Esto se traduce en una vibración muy suave (e inaudible) y una temperatura que alcanza los 32 grados Celsius (205 si utilizamos la escala propuesta por Lord Kelvin). Personalmente, yo considero que este recordatorio de la presencia del arma resulta reconfortante y para nada molesto.

En la siguiente imagen pueden observar el aspecto del arma cargada y lista para ser disparada. La presencia de la mano en las fotografías debería de servir para que puedan hacerse una idea de su tamaño:



Para finalizar, sólo quiero añadir que, a pesar de su desagradable función, esta pieza no deja de tener un gran valor ornamental: La combinación de cristal y latón grabado la hacen digna de ser lucida e incluso admirada. En ambientes más civilizados puede muy bien formar parte de la dotación de un chatelaine, constituyendo un excelente tema de conversación en las reuniones sociales.

Lady Romana!!! me ha sorprendido su mini raygun Centella, es un mentís a quienes ponen en duda que en este, nuestro siglo, el bello sexo esté a la altura de las exigencias de la Civilización y el Progreso. Por cierto creo que el Sr. Aguin, no tiene derecho a escandalizarse pues no pudo ver las fotos sinó voluntariamente, previamente advertido de su alto voltaje [nunca mejor dicho esto].