Escritos steampunk del concurso del mes de noviembre

He abierto este tema para que coloquéis en él los escritos para el concurso literario del mes de noviembre. Como me imagino que ya os habéis leído las reglas del concurso, no vuelvo a repetirlas. Pero os pongo el link por si acaso.

https://thegoldengear.forosactivos.net/t603-concurso-mensual-de-escritos-steampunk-de-the-golden-gear

No hace falta que abráis temas individuales por cada escrito, podéis utilizar este mismo e ir poniéndolos uno detrás de otro. Solo recordaros que tenéis de plazo hasta el 30 de noviembre inclusive.

Presento aquí una carta que se me envió hace tiempo y que me parece digna de compartir con uds:

Muy estimado Doktor Schnabel von Rom:

Sirva el presente escrito como respuesta al anuncio que la organización que usted dirige publicó en el diario Pall Mall con fecha del decimotercero del presente mes de Octubre de 1887 solicitando interesados en el puesto de Ayudante Adjunto de Laboratorio.
Permítame, antes de comenzar, rogarle que no se sorprenda si prevé que aceptar este trabajo supondría, dada mi experiencia previa, una absurda sujeción a futilidad por mi parte. Nada más lejos de la realidad. Es dable, por ello, poner en conocimiento de usted que, por muy humilde que a priori parezca el cargo a desempeñar, será un gran honor para mí ocuparlo si con ello logro entrar a formar parte activa de su organización y de los experimentos derivados de su actividad.

Así las cosas, paso a relatarle mis más avanzados logros.
Más destacable es decirle que nací en un pequeño pueblo de la comarca de Yorkshire, amparado por las colinas de York que no lograron contener por mucho tiempo mi espíritu de aventura y exploración.
Me llevó mi temprana vocación a terminar mis estudios con excelentes calificaciones un par de años antes de lo común, para lograr pronto en Londres mis dos primeros doctorados; en Medicina, el primero; en Química, el segundo. He de decirle, sin embargo, que en la primera materia, Medicina, fui el segundo de mi promoción. Mas es con orgullo que puedo decir que ese notable caballero, el único capaz de superarme, no era otro que mi buen amigo, por otro lado ya difunto, el Doctor Henry Jekyll.
A partir de ahí trabajé durante escasos cinco años, desde 1867 hasta 1871, en el London Hospital y en el Royal Army Hospital, hasta acabar agobiado por la siempre simple y anodina labor de curación y restauración de cuerpos tullidos y enfermos; lo que me llevó a utilizar todos mis ahorros en abrir en Hurley Street una clínica privada dedicada, no solo a Medicina Interna, por supuesto, sino también a experimentación con voluntarios. Así, durante unos diez años, desde 1872 hasta 1882, logré los mayores avances de mi carrera con la inestimable ayuda, irónicamente, de pobres y borrachos que, por otro lado, bien pagados, acudían al llamado desde el East End y ante todo Whitechapel en busca de dinero fácil. Muchos de ellos, antiguos pacientes míos del London Hospital.
Y hubiese continuado con aquella actividad muchos años más si circunstancias atenuantes no me lo hubiesen impedido. Le remito, si desea más información al respecto, a la portada del London Observer del vigésimo séptimo de Agosto de 1882. Aquella información no contrastada y engañosamente exagerada me obligó a retirarme de la City y de su vida pública hasta que las aguas se hubiesen calmado; lo que no sucedió sino hasta mediados de 1885, año en el que hacer públicas mis investigaciones me granjeó, hipócritamente por parte de la sociedad que otrora me había repudiado, el ingreso tanto en la Royal Society como en la Royal Medical Society.

Como puede ver, se colige por mi modo de actuar que no tengo escrúpulos éticos o morales, según nuestra sociedad, al imbuirme en la investigación científica. Mi mayor pretensión es descubrir la verdad del misterioso mundo que nos rodea, sean cuales sean los medios. El fin bien lo justifica.

Sin embargo, no puedo permitirme ser descubierto nuevamente en tales actividades, consideradas delictivas por las leyes nacionales. Es por ello que solicito el citado puesto de Ayudante Adjunto de Laboratorio para colaborar con usted en sus investigaciones sin miedo a las represalias del mundo científico ni de las asfixiantes autoridades de este retrógrado Imperio en el que nos ha tocado vivir.
Le aseguro que es usted la única esperanza que queda para mi reprimido espíritu de investigación científico.

Sin más, me despido de usted en espera de respuesta.
Reciba un cordial saludo de un colega y ferviente admirador de su obra.

La carta de una joven actriz solicitando trabajo...


Estimado señor Boyd Lebber,

Mi nombre es Jemima Poorbroke y soy actriz desde hace años, con conocida reputación en Londres y en el resto del país. He sabido de la indisponibilidad de su actriz protagonista en su obra El Autómata de la Ópera y sé, por fuentes cercanas y fidedignas, que su sustituta tampoco tiene la posibilidad de reemplazarla. A pesar que me apena terriblemente esta horrible situación, he pensado que sería un alivio para usted tener una actriz para suplirlas en el menor tiempo posible y es por eso que, aunque tengo muchos y muy variados proyectos sobre la mesa, me ofrezco a hacerlo sin problema alguno. Mi amor por la escena es tal que rompería mi corazón el que una obra de tal calibre tuviese un súbito parón por un problema de tan fácil solución.

No creo que sea necesario, porque seguro que ya ha tenido alguna que otra referencia de mi persona, pero le expongo brevemente mi trayectoria en el teatro. Empecé mi carrera siendo muy joven, con tan sólo cinco años, interpretando a un arbusto en El Gato con Engranajes. A pesar de ser una sencilla representación local, la gran experta en teatro Nana Poorbroke dijo: “Qué bien lo hace, es el matorral que se mueve menos”, admirando mi capacidad para meterme en la piel de cualquier personaje y resultar convincente. A los doce, fui la niña del desfile en El Traje Nuevo del Rey Robot, con mi primera frase en escena (“¡Si va desnudo!”). Pero mi primer papel importante fue el de Orfelia, en Jamlet, cuando apenas tenía diecisiete años. La crítica de Oldcastle-upon-Vines, donde se representó, fue unánime: “La actuación de Miss Poorbroke como Orfelia es… Dejémoslo en indescriptible”. Entre otros de mis trabajos en el teatro destacan The Tacky Horror Show y Nanny Bobbins, ambos representados ante el selecto público londinense. The Tacky Horror Show emocionó a los espectadores según los comentarios (“De verdad, para echarse a llorar”). Fíjese en cómo fue de espléndida que, aún siendo una comedia musical, conseguimos arrancar las lágrimas al público. La obra infantil Nanny Bobbins tampoco se quedó atrás: con mi papel de niñera conseguí otra extraordinaria crítica, alabándome a mí y al excelente vestuario (“Lo mejor de la obra es Jemima Poorbroke. Su papel de niñera picarona y sus vestidos ceñidos avivarán la imaginación de cualquier hombre”). Mi último trabajo ha sido My Vain Lady, como la florista Lisa Poolittle. Para mi sorpresa, el teatro estuvo cada noche a rebosar de caballeros, que aclamaban cada vez que salía a escena y, muy amablemente, me enviaban regalos y notas pidiéndome actuaciones privadas. ¡No doy crédito a la buena opinión que se tiene de mí! ¿Cuántas actrices serán reclamadas para actuar sólo para un hombre?

En fin, habiéndole hecho conocedor de mi trayectoria profesional, quedo en espera de su respuesta. Habrá visto que, aunque he actuado en todo tipo de obras, mi experiencia en el teatro musical es amplia y está respaldada por excelentes críticas. Así que pienso que el papel de Kristeen Thaae en el El Autómata de la Ópera sería perfecto para mí. Estoy seguro de que no le decepcionaré, señor Boyd Lebber.

Atentamente,

Miss Jemima Poorbroke

PD: Si escucha rumores que me relacionan con la baja de su actriz principal y su sustituta, no haga caso. La gente es envidiosa y no soporta mi talento.

PD 2: De verdad, ¡no fui yo!

En vista de que nadie se ha dignado en hacer una simple votación he optado por la opción más "salomonica". Considerar ganadores a los dos unicos participantes en el concurso, los dos eran muy buenos y no considero justo que por no haber votado nadie tenga que elegir como ganador a uno u otro. En breve tiempo (unos minutos) contactaré con ambos via MP para que me den sus datos y remitirles el diploma.
Agradezco a todos los "no" participantes su "no" participación en el concurso (eso evidentemente no incluye a los ganadores del concurso que son los unicos que me han dado un poco de alegria). Así como su "no" participación en las votaciones. Evidentemente he cancelado el concurso especial de diciembre (así me ahorro de paso los 50 € de premio especial que iba a conceder pagado de mi propio bolsillo además del diploma) y el concurso en general.