Derrocando a la Postergación

Me decido finalmente, no sin mi característica dilación previamente mediada, a descubrirme ante todas las caras -tanto conocidas como mentalmente representadas a base de sus cuidadas palabras- que habitan tras las artesonadas puertas de esta prodigiosa morada.

Pese a estar prácticamente segura de la imposibilidad para describirnos a nosotros mismos [al menos de la mía], pienso que la indulgencia puede ser uno de los rasgos de mayor saliencia entre los que componen mi excentricidad. Por ello me presento con este nombre, como lo hice anteriormente.

No estaría ahora mismo a las puertas de este prodigioso caserón de no ser por la invitación que sus propietarios, mis queridos amigos Sir Jack Winchester y Lady Elizabeth, tuvieron la cortesía de extenderme. Gracias a esta, ahora veo con certeza una invitación a miles de nuevas bellas palabras, siempre menos elaboradas que las ideas de las que manan, ideas que estaré encantada de atesorar, siempre sosegadamente, a lo largo de mi estancia bajo estos interminables techos.

En lo que a mis aficiones respecta, haré alusión por el momento a la música [piano clásico] y la costura [como costurera reconozco que estoy algo entumecida tras prácticamente un año sin acceso a una máquina de coser, señoritas], por ser las más relacionadas quizás con el retrofuturismo que nos ha reunido a todos aquí.
Todavía no quedo conforme con las palabras [quizás demasiado pomposas] que les he ofrecido en este vestíbulo, pero con el fin de no continuar alimentando la postergación -como ya he dicho-, serán las definitivas.
Gracias por su tiempo y su atención señores. Estaré esperando a ver todo lo que estas puertas esconden.
Indulgence ~